
Imagen con fines ilustrativos
Publicado: abril 10, 2025
La reciente muerte de uno de los principales cabecillas de la banda Los Gemelos ha encendido las alarmas de las autoridades en Costa Rica. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha informado sobre amenazas en las redes sociales dirigidas a la ciudadanía, mientras se intensifican los operativos de seguridad en las zonas más afectadas por la violencia en el sur de San José.
Contexto de la violencia: la lucha por el control territorial
La banda de Los Gemelos es solo una de las organizaciones involucradas en la disputa de poder por los barrios del sur de San José, una lucha que ha dejado al menos 100 víctimas directas y colaterales en los últimos tres años. Con la caída de otras bandas como Los Lara y la desarticulación de Los Myrie, han emergido nuevos grupos con el fin de ocupar los vacíos dejados por estas organizaciones.
Este fenómeno de reacomodo de liderazgos ha generado una escalada de violencia, que afecta principalmente a las comunidades de Alajuelita, Sagrada Familia, Hatillo, Desamparados y Aserrí, zonas que se han convertido en epicentros del conflicto.
Amenazas en redes sociales: un nuevo factor de riesgo
El Director General a.i. del OIJ, Michael Soto, ha señalado que, tras el homicidio del líder de Los Gemelos, han comenzado a circular amenazas en redes sociales, dirigidas tanto a las autoridades como a la ciudadanía en general. Estas amenazas se han vuelto un factor de incertidumbre y preocupación, pues el recrudecimiento de la violencia podría generar más víctimas inocentes, como ha sucedido en incidentes previos.
Soto explicó que este tipo de amenazas colectivas aumentan el riesgo de ataques indiscriminados, ya que los miembros de las bandas rivalizan por el control de los puntos de venta de drogas. Según las autoridades, algunos de estos enfrentamientos han dejado personas ajenas a los conflictos gravemente heridas o muertas.
Respuesta de las autoridades: reforzamiento de la seguridad en zonas conflictivas
Para enfrentar esta situación, el OIJ, en coordinación con la Fuerza Pública, ha decidido reforzar la presencia policial en los sectores más afectados. Las autoridades temen que la violencia aumente, ya que la caída de uno de los cabecillas podría generar una reorganización de las bandas y nuevos enfrentamientos por el control de los territorios.
«Es probable que, tras este homicidio, veamos un reacomodo de grupos y la posibilidad de alianzas o traiciones entre las bandas», agregó Soto. Esta dinámica podría intensificar aún más la violencia en la zona, por lo que se han implementado operativos de vigilancia para prevenir mayores altercados.
Los efectos de la violencia: más allá de las bandas
La violencia no solo afecta a los miembros de las bandas, sino también a los habitantes de las comunidades cercanas, quienes a menudo se ven atrapados en medio de los enfrentamientos. En muchos casos, consumidores de drogas que se encuentran en los puntos de venta de las bandas terminan siendo víctimas de disparos indiscriminados, sin tener relación alguna con las pugnas entre los grupos.
El futuro de la lucha contra el crimen organizado
Con la violencia desbordada en las zonas mencionadas, las autoridades enfrentan el desafío de mantener el control y ofrecer protección a la ciudadanía. La continua presencia de bandas emergentes y la propagación de amenazas en redes sociales requieren una respuesta integral que no solo se enfoque en la represión, sino también en la prevención y desarticulación de las organizaciones criminales que operan en estas áreas.
El OIJ y la Fuerza Pública seguirán trabajando en conjunto para controlar la situación, pero la comunidad también juega un papel crucial en la denuncia de actividades sospechosas y el fortalecimiento de los lazos entre ciudadanos y autoridades.